Como estoy un poco vago, aprovecharé una de las tiras que hice para el
Dolmen del Saló, y así ilustro dicho evento sin dar un palo al agua:

Así me ahorro comentar...
...la llamada telefónica sorpresa de
DNM, que también sabe dar por culo fuera de los blogs. Aunque le podéis devolver la pelota y molestarlo en su
blog, y de paso os leéis la entrevista a mi excelsa persona, o algo.
...como algunos fans, al saber que el
Haciendo Amigos estaba defectuoso, se abalanzaron como posesos a buscarlo en las tiendas para tener una edición de coleccionista. Me parece tan friki que mantendré sus identidades en el anonimato (vale, me habéis pillado, no he encontrado links que lleven hasta ellos).
...como un fan pidió que vengase el honor de Doraemon, mancillado tras ser dibujado siendo violado por Pikachu en las páginas inéditas del
Humor Amarillo (
aquí sale la imagen en cuestión). Osease, que tuve que hacer a la parejita invirtiendo los papeles de activo y pasivo. Qué bonito es el amor.
...que
Sark, de
ADLO, se tiró toda una de mis sesiones de firmas desgrapando y ordenando ejemplares del
HA#5 en el stand de Dolmen, para que al menos la editorial pudiese vender algunos y no se hundiese en la bancarrota.
...como conocí a
David Lafuente, muy majo él, y que resultó ser amigo de
Javier Rodríguez, autor del
cartel del Saló de este año. Sutilmente (¡ja!) fui indagando para ver cómo se había tomado la portada del
Haciendo Amigos, y por suerte parece que Javi tiene sentido del humor.
...como en el stand de Norma, al lado mío y de María Ferrer estaba
Berberian currándose unos dibujos con acuarelas que daban ganas de mandar a tomar por saco a los fans de nuestra cola y quedarnos embobados mirando cómo dibujaba el jodío.
...como comprobé que el stand que más caja hizo en el Saló fue... la supertienda de chuches que había al lado del stand de Dolmen. ¡Estaba siempre abarrotada!
...que me contaron que un niño se puso a llorar porque, haciendo cola en Norma para que le firmase los
MiniMonsters, le dieron ganas de ir al lavabo y cuando volvió se encontró con que yo ya había acabado y me había ido. Por suerte su madre, tras remover cielo y tierra, me encontró más tarde y el chavalín se pudo ir más contento que unas pascuas con su ejemplar firmado y dibujado.
...etc, etc.